En los años setenta (no recuerdo con exactitud el año) yo detestaba los programas de televisión que mi madre veía por las noches después de la cena. Me refiero a las telenovelas. Quizá era porque yo trabajaba de sol a sol y cuando llegaba, estaba exhausta, con ganas de bañarme, comer y acostarme a dormir.
Y sine embargo, a ella le agradezco infinitamente el que me haya dado a conocer todo aquello que el trabajo, los libros y mis estudios no me permitieron.
Ma tenía una costumbre que a ratos me irritaba: cada vez que nos sentábamos juntas a comer, en la cena o en el desayuno, me contaba parte de lo que veía en la televisión. Me fastidiaba un poco su temática: telenovelas casi siempre. Pero un día, habiendo llegado más temprano que de costumbre, decidí complacerla y sentarme frente al televisor, para presentarme su serie favorita:
Sombras tenebrosas, una serie que la cadena ABC había estado trasmitido exitosamente, de 1966 a 1971 y que ahora veíamos en la televisión venezolana.
UN PASO AL MÁS ALLÁ: encuentro con el vampiroEn aquella década del 70, yo ignoraba casi todo de la temática vampírica, a no ser por algunos películas como aquellas donde aparecía Bela Lugosi o Christofer Lee.
Al l parecer, esta serie presentaba una atmósfera misteriosa pero algo aburrida hasta que comenzaron a aparecer personajes fantásticos, tales como brujas y fantasmas, pero lo que más había conmovido al público fue la aparición de Barnabás Collins, seis meses después del inicio de la serie.
MUSICA PARA MIS OIDOS.-
Debo confesar que un detalle que me llamaba la atención desde que comencé a ver esta serie fue la música: me sentí como Drácula, oyendo el aullido de los lobos. Solo que no eran aullidos sino el tema de la serie: la inspirada partitura de Robert Cobert, que según Wikipedia ganó el Grammy de 1969, "Tema de Quentin". Y casi que me dió vértigo al ver al malito de la historia: el vampiro Barnabás Collíns. No pude desprenderme del televisor ni para hacer pipí. Estaba cautivada.
Barnabás era algo inesperado para mí. Todos sabíamos que era un personaje malévolo, que parecía provenir del más allá. Pero no nos causaba miedo ni repulsión. Era un señor delgado, serio, elegante y misterioso. Enigmático.
No era hermoso, ni siquiera atractivo, pero sus gestos, su actitud, y hasta su voz en español (excelente el doblaje) eran inolvidables. Entonces Barnabás me cautivó.
Lo cierto es que esta extraordinaria telenovela (soap-opera) tuvo muchas vueltas y muchos giros. Viajamos (o al menos mi madre lo hizo) con Dark Shadows de ese presente al pasado para conocer a la familia Collins y al joven Barnabás, reducidos a escuetos escenarios típicos de series y tele-novelas de la época:sala, puerta de entrada, alcoba, cementerio, bosque aledaño a la casa y otros similares. Gracias a unos cuantos efectos especiales, muy reducidos en aquella época, casi siempre efectos de niebla, la gente aparecía, desaparecía y viajaba en el tiempo, a gusto de su creador Dan Curtis y quen escribió la Biblia de la serie: Art Wallace.
EL CORAZON ES UN CAZADOR SOLITARIO:
Dentro del estilo melodramático, vivimos las experiencias de un vampiro que había sido víctima de los celos de una bruja. Por la serie desfilaron cantidad de fantasmas, brujas y otros seres fantásticos. Pero sin duda, que el motivo principal de aquellos encuentros nocturnos por televisión, fue la magistral actuación de Jonathan Frid, a quien pudimos ver a través de las épocas, encarnando a un personaje asumiendo dos roles: el cazador cazado o el cazador convertido en víctima.
Y durante largo tiempo, una vez a la semana, quedamos en suspenso y con ganas de seguir viéndolo sufrir su tormento, pero los nuevos capítulos, al parecer, no llegaron a Venezuela e ignoro si la serie tuvo un final.
El REVIVAL de mi vampiro favorito
Barnabás revive ahora en la versión fílmica de
Dark Shadows dirigida por Tim Burton, y el rol de Barnabás Collins lo interpeta el carismático Johnny Depp, quien siempre soñó con hacer este papel. Sin duda, la película tendrá un enfoque diferente y una caracterización muy particular.
Por lo poco que he visto, este nuevo vampiro es un tantín extraño por no decir barroco, algo a los que ya nos tiene acostumbrados Tim Burton y Johnny Depp: luce uñas kilométricas y su rostro es tan blanco que se parece a Michel Jackson. Tratándose de Johnny Depp supongo que me fascinará, pero será otra historia de vampiros. Imagino que a Ma le hubiera gustado verla.
A partir del próximo 8 de mayo, estaré conduciendo un Taller de literatura y cine. CRIATURAS FANTÁSTICAS, en la sede de Publicarte Ágora. 
