viernes, 2 de septiembre de 2011

El retorno de los monstruos

En busca de sangre fresca, hago un breve acercamiento a las páginas web de algunos diarios y me topo con este artículo, en donde una de mis criaturas fantásticas favoritas, reaparece tanto en cine como en televisión.

Se trata de Frankenstein, personaje creado por la autora británica Mary Shelley. Frankenstein , el moderno Prometeo (1818), es una novela epistolar que Mary, esposa de Shelley escribió a los dieciocho años y cuya idea surgió en casa de Lord Byro: esta obra contiene referencias explícitas tanto de la mitología pagana como de la judeo-cristiana, aunque su Prometeo es más luciferino que crístico.

Pero el personaje de Frankenstein alcanza la categoría de mito al darse a conocer en 1931 sobre los platós californianos de la Universal, con la realización del filme dirigido por James Whale.

La historia de esa criatura de laboratorio ha sido objeto de numerosas películas desde su primera y desconocida adaptación de 1910, pasando el clásico de Boris Karloff de 1931 y hasta la más reciente de 1994 con Robert De Niro.

http://www.20minutos.es/noticia/1133555/0/frankenstein/nuevas-producciones/guillermo-del-toro/

Como dice el artículo, “en pleno reinado de vampiros y zombies, Hollywood prepara ya su siguiente oleada monstruosa de la mano del icónico Frankenstein, al que resucitará con una docena de variadas producciones tanto para la pequeña como para la gran pantalla.”

Fotograma de la película de 'Frankenstein'. (ARCHIVO)


Pero aquí no termina la historia de los seres monstruosos convertidos en mitos del cine fantástico que regresan en el siglo XXI.

El Retorno de Barnabás Collíns.-

Y para continuar esta onda de remakes, de secuelas y de series que retoman algunos temas con abundante mitología, tenemos todavía mucha sangre fresca para activar las neuronas de los adictos al terror.

http://www.dentrocine.com/2007/07/30/johnny-depp-sera-vampiro-interpretara-barnabas-collins-el-vampiro-de-casi-200-anos-de-la-serie-de-terror-dark-shadows/



Así pues, veremos a Johnny Depp interpretando a Barnabas Collins. El genial Johnny asegura que siempre quiso hacer ese papel, y no dudo de que su actuación será singular. Me pregunto si habrá algo de humor en esta versión o si por el contrario será tan melodramático como era mi adorable Barnabás en la versión original, hace cuarenta y cinco años. Hay que recordar que la serie era considerada una soap ópera, donde abundaban las escenas dignas de hacer llorar y temblar a los televidentes de la época.

Pero será difícil de que ahora me infunda el miedo que me causaba el vampiro de Dark Shadows. Sin duda que los tiempos cambian y el pánico también. Pero me entra mucho la curiosidad por volver a ver los predios de Collinwood.

Sombras tenebrosas, una de las series televisivas más vistas del género de terror, se realizó entre 1966 y 1971. Sus más de 1100 episodios, contaron extraños acontecimientos ocurridos en la mansión de la familia Collins. Allí existían misteriosos seres, como brujas, hombres lobo, fantasmas, zombies, y sobresalía el vampiro Barnabas.

La actuación de Jonathan Frid es prácticamente inolvidable, como también lo fue la de Bela Lugosi en el Drácula de 1931.

Otro detalle: el tema musical era exquisito y a mí me daba escalofrío al comienzo de cada capítulo.

El retorno del tema del desdoblamiento.-

Así pues, prosigue la racha de los remakes de filmes y series e TV en donde sobresale la figura del doble. En el caso de Frankenstein, la criatura es el doble del doctor Victor Frankenstein, a tal punto de que la gente en un principio pensaba que el monstruo era la criatura deforme, cuando en realidad el monstruo es el creador, que al igual que Lucifer, cometió el pecado de la soberbia.

En el caso del vampiro Barnabás, al igual que los vampiros milenarios, del folklore, de la literatura y del cine, se trata de un doble, como puede deduciarse del proceso de la metamorfosis, una destrucción dela personalidad, con la exclusiva subsistencia del doble anormal. Este vampiro es como una sombra o un reflejo

Razón por la cual, le resulta imposible reflejarse en un espejo.